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Las decisiones bajo presión varían dependiendo del sexo

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Decidir es quizás una de las acciones más complejas por la que debe pasar una persona. No es fácil decantarse por una opción y otra cuando no se conoce con certeza el resultado del proceso. No obstante, la toma de decisiones puede ser más hostil, si incluye tomarlas en momentos o circunstancias de altísima ansiedad y preocupación.

Una serie de estudios de distintos centros académicos demuestran que el estrés afecta apreciablemente la toma de decisiones. Aunado a ello, las investigaciones apuntan a que los hombres y las mujeres responden al estrés de manera distinta.

Un estudio de la Universidad de California arrojó que los hombres y las mujeres responden de diferentes formas a circunstancias embarazosas. Los investigadores de dicha casa de estudio inventaron un juego con globos para 45 participantes, que fue realmente una evaluación de riesgo y recompensa escondida. El propósito era ganar la mayor cantidad de dinero inflando un globo, pero el riesgo de romperlo aumenta a medida que aumenta el tamaño del mismo y el valor del globo.

En escenarios no estresantes, ambos sexos actuaron de modo parecido, pero cuando jugaron después de haber pasado por una situación estresante (tener las manos sumergidas en agua fría), cambiaron los resultados. Los hombres respondieron al estrés tomando más riesgos (12,5% más), mientras que las mujeres estresadas tomaron menos riesgos (21% menos).

Decidir bajo niveles de presión

De acuerdo con el profesor del Centro de Mercadeo del IESA, Milko González, las decisiones bajo presión dependen de la magnitud de la misma. “Hay muchos tipos de presiones que afectan a las personas que requieren formas distintas de abordarse. Por ejemplo, cuando lo que está en juego con la decisión es muy importante, como la adquisición de una empresa, pero se dispone de tiempo suficiente para decidir, no es la misma presión, ni se aplica el mismo método, que si se debe decidir algo muy importante pero con tiempo limitado, como la decisión de un responsable de defensa antiaérea de derribar a un avión no identificado sin saber si es un avión comercial o es un caza enemigo.

González afirma que las decisiones también dependen de la información con la que se cuenta, pues en la medida que más se conozca sobre la situación más rápido la persona podrá activar algún modelo de selección de alternativa. Uno de estos modelos, de reconocimiento y activación de patrones, plantea que el decisor recoge sólo información crucial que le permita hacerse sentido sobre la situación a decidir, a partir de allí, hace un reconocimiento de patrones, y analogías, para identificar situaciones similares entre sus experiencias pasadas que sean compatibles con la situación concreta a resolver, lo cual activa en su mente soluciones asociadas a esos patrones. Generalmente se activa un patrón con una solución a la vez. Luego, el decisor hace una simulación mental de cómo funcionaría esa solución en la situación concreta que enfrenta, explora las consecuencias y los recursos necesarios, y si le satisface lo que imagina, implementa esa solución, o la descarta si no lo satisface, y entonces busca, piensa, en otros patrones y soluciones, hasta identificar la primera que le funcione.

10 consejos para tomar una buena decisión:

1.    Preocúpate por decidir bien más que por acertar

2.    Identifica claramente tus objetivos

3.    Plantea soluciones realistas

4.    Evita auto engañarte con alguna alternativa

5.    Focaliza tu atención en información relevante

6.    Conoce la incertidumbre y gestiónala

7.    Sé creativo con las opciones

8.    Maneja las consecuencias de las decisiones

9.    Pon en práctica lo que decidas

10.  Sé consciente de que no todo es racionalidad

 
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