El 31 de marzo de 2017 el ícono por excelencia de París cumplió 128 años, pero ¿sabías que fue concebida para que estuviera en pie solo dos décadas?

Tras su inauguración, realizada en 1889 al cumplirse el primer centenario de la Revolución Francesa, la construcción recibió numerosas críticas e incluso -durante su desarrollo- fue razón de varias protestas.

Diferentes personalidades de la época publicaron sus rechazos, justificando que la obra era de mal gusto y que impactaría negativamente a la ciudad. El 14 de febrero de 1887, en el diario francés Le Temps, una carta rezaba: “Durante veinte años veremos cómo la sombra de esta odiosa columna de hierro atornillado se extiende sobre la ciudad”, y es que al pasar ese período de tiempo debía ser destruida.

Pero la “monstruosa Eiffel” superó su fecha de caducidad. ¿Cómo? Su creador, el empresario francés Gustave Eiffel, vaticinó las consecuencias y blindó su proyecto con la ciencia: la torre fue usada como un laboratorio para mediciones científicas y experimentos, teniendo él mismo una oficina en el tercer piso para realizar estudios astronómicos y fisiológicos.

Así, los años pasaron y la torre siguió en pie hasta convertirse en un emblema de Francia y el mundo.

Dato curioso: El proyecto de Gustave Eiffel, junto a los ingenieros Maurice Koechlin y Emile Nouguier, y el arquitecto Stephen Sauvestre, fue elegido entre un total de 107 propuestas.

Fuente: BBC Mundo