Uno de los dilemas del profesional de hoy día, es la productividad. Al parecer 8 horas no son suficientes, y más cuando debes lograr eficiencia y calidad en cada una de las tareas.

 

La idea de este artículo no es ofrecer una fórmula mágica sobre cómo extender el día, ni convertirte en un workaholic (obsesivo del trabajo) para que las tareas se cumplan, sino demostrar que todos tenemos las herramientas para ser productivos, organizados y procrastinar menos. Sí, porque todos en algún momento hemos dejado tareas para “después”.

 

1. Utiliza la regla de los dos minutos: esta norma dice que si una acción puede hacerse en dos minutos o menos, ¡hazla! Incluso si no es urgente ni prioritaria. Si recibiste una tarea que tomará menos de ese tiempo, realízala de una vez. Esto mejorará muchísimo tu productividad y evitará que muchas pequeñas cosas sobrecarguen tus labores.

 

2. Trabaja con base en tu energía y no en tu tiempo: labora en tus mejores momentos. Hacerlo agotado o de mal humor aumenta tus probabilidades de procrastinar.  

 

3. Planifica tus tareas: para ello es importante que conozcas tus picos de energía, de modo que a lo largo del día la clasificación de tus tareas se distribuya desde las más complejas, hasta las que no requieran tanto tiempo y esfuerzo o viceversa.

 

4. Crea sinergias: Stephen R. Covey, escritor del libro “7 hábitos de la gente altamente efectiva” afirma que reunir esfuerzos con el equipo de trabajo es la clave para valorar las diferencias y obtener buenos resultados en los proyectos.

 

5. Dile “NO” a los ladrones del tiempo: visitas sociales, llamadas que se alargan, internet, teléfono, redes sociales, todos estos son factores que quitan más tiempo del que crees. Aunque parezca descortés, en ocasiones debes aislarte un poco. Es necesario porque hay proyectos que requieren más concentración que otros y necesitas ese tiempo sin interrupciones, chats, ni distracciones de por medio.

 

6. ¡Prémiate! Coloca una recompensa al final de cada proyecto para sentirte animado durante el camino. Pueden ser 15 minutos de siesta, un postre, una prenda nueva. No importa cuál sea tu premio, sino sentirte reconfortado por tu esfuerzo.