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Maquillaje y tu imagen personal

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La imagen personal representa lo que queremos proyectar ante las demás personas. Ella se construye con diversas variables que conforman nuestra personalidad, como la postura que adoptamos, la vestimenta, el tono de voz, la educación y la higiene, siendo fundamental mantener la coherencia entre la apariencia y el mensaje que emitimos.

Para ello, el maquillaje es un recurso valioso que puede ayudarte a armonizar estos elementos, siendo los siguientes los productos esenciales a adquirir:

1.- Base: el primer paso a la hora de maquillarnos es unificar el tono de piel, para ello nos ayudamos de una base que complemente nuestra pigmentación. Puede que sea un poco intimidante a la hora de comprar una, ya que en el mercado existen muchísimas marcas con diversas presentaciones. Tu tarea es adquirir una que cubra tus necesidades, por ejemplo, si tienes piel grasa opta por una a base de agua; si por el contrario tu piel es seca, escoge una a base de aceite que te brinde mayor hidratación.

A momento de escoger una base que se parezca a tu tono de piel, pide ayuda a las asesoras de tienda o en su lugar busca un tono que sea lo más parecido posible a la tonalidad que tienes en tu cuello.

2.- Corrector: utilízalo sólo en las áreas que quieras corregir. No lo uses en exceso porque en lugar de ocultar las arruguitas o pliegues en la parte inferior de los párpados atraerás más la atención allí.

Luego de aplicarte la base, observa las partes que no quedaron muy cubiertas y que consideras necesitan corrector, como las ojeras, a los lados de la nariz, en las comisuras de los labios, en la flecha de Cupido para darle una apariencia de labios más gruesos, en el medio de tus cejas y en algún granito que te moleste.

Al igual que la base, debes elegir un corrector que se adapte a tu tipo de piel y que sea lo más parejo a tu tonalidad.

3.- Polvo: luego que tengas la base y el corrector aplicado necesitaras sellar esas texturas líquidas y cremosas con un polvo compacto o suelto.

Los compactos brindan mayor cobertura si son aplicados con la motica que traen, porque logras concentrar el producto. Recuerda presionar contra tu piel, nunca hacer movimientos de barrido porque de esa manera retirarás la base que anteriormente aplicaste. Si prefieres, puedes aplicarlo con una brocha como si fuera un polvo suelto.

4.- Rubor: la mejor manera de escoger un rubor que se vea natural es observar la tonalidad que adquieres cuando estas tomando sol. Por lo general, los tonos rosados le sientan bien a las pieles claras, los corales o duraznos a las pieles medias, y los tonos terracota a las pieles oscuras.

Es recomendable que las pieles maduras no apliquen rubores con brillo o toques nacarados, para así evitar se destaquen las imperfecciones del rostro.

5.- Rímel o máscara de pestañas: los hay de todos los colores (verdes, azules, moradas…). A pesar de lo llamativo de estas presentaciones, un rímel de color negro o marrón son las mejores opciones, ya que tus pestañas se verán naturales y es más probable que lo uses a menudo en lugar de otro color. Una buena compra es el rímel transparente por su multifuncionalidad, puesto que también lo puedes usar para peinar y darle forma a tus cejas.

6.- Labial: las texturas cremosas son preferibles porque aportan hidratación a los labiales. Tanto los acabados (mate, brillante, escarchado…) y los tonos dependerán de tu estilo y gusto.

Si quieres optar por un labial rojo, ten en cuenta el tono de tu piel, para ello, observa el color de las venas de tus muñecas, si son azules y moradas selecciona labiales con tonalidades frías, como rojos más oscuros, si tus venas son verdes opta por tonos corales o naranjas, porque eres de tonalidad cálida.

7.- Sombras: de todos los productos que hay en el mercado, las sombras son tal vez las más llamativas. Las encuentras en miles de colores y diversas presentaciones. No es fácil resistirse a comprarlas, pero el problema surge cuando no sabes qué hacer con tantas.

En lugar de tener una cantidad exagera de sombras, es recomendable que compres las siguientes:

a.- Cuarteto de sombras: contienen cuatro colores que se complementan uno al otro. Por lo general están hechos de forma que los puedas utilizar todos juntos para un look ahumado o smokey. Esta es una buena inversión, ya que tendrás varias sombras en un solo empaque, ahorrando espacio y dinero.

b.- Sombra negra: sus usos son incontables, ya sea para delinear el ojo o hacer un look ahumado.

c.- Sombra oscura: escoge una que sea mucho más oscura que el tono de tu piel. Por lo general en un tono marrón. Lo puedes utilizar para darle dimensión y profundidad a tus párpados, así como para contornear tu rostro.

d.- Sombra clara: a pesar de que seas muy blanca, no optes por una sombra blanca, no se verá natural y es muy difícil de utilizar. En su lugar selecciona una de color beige o durazno claro. La puedes utilizar como base para sombras o para perfilar tu rostro.

e.- Sombra de tu color preferido: morada, verde, azul, dorada, rosada… el color lo decides .

Recuerda que las sombras brillantes por más llamativas que sean, no son la mejor opción para usar de día, para ir al trabajo ni para las pieles maduras. Opta por texturas mate para una apariencia más natural.

Escrito por Gisela Rodrigues, especialista en comunicaciones IESA.