Por mucho que contribuyan las grandes empresas al saneamiento ambiental y al mejoramiento de las condiciones de trabajo, poco lograrán salvo que las pymes hagan suya la tarea de sanear sus prácticas de producción y empleo.
La responsabilidad social interna es la base de toda actuación responsable. Su fin es conocer las expectativas de todas las partes, conciliar intereses y alcanzar acuerdos.